Pax hominibus bonae voluntatis
Los días cortos y las largas noches.La escarcha al amanecer. Las ansiadas vacaciones.La búsqueda de musgo por el monte para instalar el Belén. La inspección detallada, en la imprenta "Nieto", de las figuritas de barro para comprar una nueva (una sola al año ¿eh?). La emoción de escuchar por la calle el "canto" de la lotería por los niños de San Ildefonso. El turrón "blando" y el turrón "duro". La reiterada visita a los escaparates de juguetes. Los villancicos a todas horas. La petición del aguinaldo por las tiendas. La meditada y complicada elaboración de la carta a los Reyes Magos. ¿Quién es ése tál Papa Noel de la tarjeta de navidad que nos envían los tios emigrados a Francia?. El brasero en la mesa camilla con carbón de leña. La recolocación, por enésima vez, del ángel que se caía siempre del portal.
El cucurucho de papel de estraza con berberechos para hacerlos en la plancha de la cocina económica. La alegría de ver reunidos a un buen puñado de familiares. La inevitable frase de mis padres:
"Hay que esperar a la del Niño", refiriéndose al sorteo de la lotería del 5 de enero. Las luces de colores de los escaparates. El paquete de
"Celtas con filtro" de mi padre. Las figuritas de mazapan y los almendrados. La compra del
"Calendario Zaragozano" para conocer las previsiones del nuevo año. El aguinaldo de barrenderos y municipales con una tarjetita que, en su parte trasera, glosaba con rimas su trabajo en el vecindario. La botella de
"Fundador" y anis
"El Mono". El movimiento diario de los Reyes Magos acercándolos poco a poco al portal. Las botellas de sidra
"El Gaitero" (no hay otra mejor en el mundo entero). La visita de queridos vecinos en Nochebuena. La Misa del Gallo en
"La Anunciada" (con un casi generalizado grado de alcohol muy superior a la media anual). La enorme cazuela de barro con cordero y patatas made in "Emérita". El siempre aburrido mensaje que siempre comenzaba con la cantinela de
"Españoles.... ". La incertidumbre de si los Reyes "se portarán bien este año". El avance, cada vez más ralentizado, de los Reyes Magos en el Belén. La primeras
"filloas", la primera
"zorza" y el primer
"lomo" de la temporada. La
"morriña" por los ausentes y por aquellos que se marcharon para siempre. La inspección de los racimos de uva colgados en clavos del desván. Los cariñosos besos de "año nuevo". Las nevadas inesperadas con la consiguiente ampliación de juegos no habituales. El desasoseigo de la víspera de Reyes. Los troxos de berza que los jóvenes colgaban, en la noche de Reyes, por los balcones de las solteronas de la Villa a modo de regalo. La inevitable pistola de
"restralletes", el inevitable coche de hojalata.... La alegría por los juguetes y la pena por los regalos de ropa o material escolar. La losa que, a modo de pesadilla, suponia dar por terminadas unas vacaciones ansiadas a lo largo de todo el año.
Os deseo a todos unas felices Pascuas y un venturoso 2009
(Así se avanza en la vida: Primero uno cree en los Reyes Magos, luego uno deja de creer en los Reyes Magos, y al final uno se convierte en Rey Mago.)
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