FIESTA DEL CARMEN EN DRAGONTE.
-Mamá, ¿por qué vas descalza?
-Porque tengo que cumplir una promesa.
-Y ¿qué promesa has hecho?
-Las promesas están para cumplirlas, no para hablar de ellas.
Corrían los primeros años de la década de los 60. Yo era un crío y me impresionó cuando vi que, llegados al camino de Dragonte, mi madre se quitaba los zapatos y se ponía a subir la empinada cuesta con los pies descalzos. Observándola de reojo, yo no entendía su actitud y las de otras muchas personas que hacían también el camino a pie desnudo... iban “ofrecidas”...incluso, alguna hacía parte del recorrido de rodillas.
Por “El Carmen” comenzaba ya a apretar el calor... el camino hacia Dragonte era una riada incesante de gente... muchos se resguardaban del sol con paraguas,... otros, con boina o con un simple pañuelo con cuatro nudos en las puntas,....pertrechados, buena parte de ellos, con las pertinentes cestas para el almuerzo o la merienda. Ya en Dragonte, la iglesia, pequeña y coqueta , como la inmensa mayoría de las de la zona, no daba abasto de la gente que iba al Carmen. Se vendían, a la entrada, pequeños “escapularios” con una imagen de la Virgen. Los rezos eran constantes...Muchos de los ofrecidos entraban caminando de rodillas a la iglesia. Tras la misa mayor,...la procesión con la imagen de la Virgen acompañada por el cura y la orquesta a los sones del "himno nacional y el "gloria a Cristo Jesús".
Cumplimentados los deberes religiosos,... la cosa se distendía. La gente comenzaba a buscar sitio para el almuerzo, que ese día era “especial”: filetes empanados (cuando daba el presupuesto) y la sempiterna y siempre tan sabrosa tartera con bacalao cocido y huevos duros convenientemente aliñados con pimentón, sal y aceite.
Después de deambular por el pueblo, saludar y hablar con vecinos y conocidos, justo cuando comenzaba el baile de tarde, mi madre daba la orden de retirada...
-¿No bajarás descalza, verdad?, le pregunté.
-“Ya no hace falta porque he cumplido la promesa”, me respondió.
(Aprovecho este relato para felicitar por anticipado a todas las Cármenes de nuestro foro. Que paseis un felíz dia)
-Mamá, ¿por qué vas descalza?
-Porque tengo que cumplir una promesa.
-Y ¿qué promesa has hecho?
-Las promesas están para cumplirlas, no para hablar de ellas.
Corrían los primeros años de la década de los 60. Yo era un crío y me impresionó cuando vi que, llegados al camino de Dragonte, mi madre se quitaba los zapatos y se ponía a subir la empinada cuesta con los pies descalzos. Observándola de reojo, yo no entendía su actitud y las de otras muchas personas que hacían también el camino a pie desnudo... iban “ofrecidas”...incluso, alguna hacía parte del recorrido de rodillas.
Por “El Carmen” comenzaba ya a apretar el calor... el camino hacia Dragonte era una riada incesante de gente... muchos se resguardaban del sol con paraguas,... otros, con boina o con un simple pañuelo con cuatro nudos en las puntas,....pertrechados, buena parte de ellos, con las pertinentes cestas para el almuerzo o la merienda. Ya en Dragonte, la iglesia, pequeña y coqueta , como la inmensa mayoría de las de la zona, no daba abasto de la gente que iba al Carmen. Se vendían, a la entrada, pequeños “escapularios” con una imagen de la Virgen. Los rezos eran constantes...Muchos de los ofrecidos entraban caminando de rodillas a la iglesia. Tras la misa mayor,...la procesión con la imagen de la Virgen acompañada por el cura y la orquesta a los sones del "himno nacional y el "gloria a Cristo Jesús".
Cumplimentados los deberes religiosos,... la cosa se distendía. La gente comenzaba a buscar sitio para el almuerzo, que ese día era “especial”: filetes empanados (cuando daba el presupuesto) y la sempiterna y siempre tan sabrosa tartera con bacalao cocido y huevos duros convenientemente aliñados con pimentón, sal y aceite.
Después de deambular por el pueblo, saludar y hablar con vecinos y conocidos, justo cuando comenzaba el baile de tarde, mi madre daba la orden de retirada...
-¿No bajarás descalza, verdad?, le pregunté.
-“Ya no hace falta porque he cumplido la promesa”, me respondió.
(Aprovecho este relato para felicitar por anticipado a todas las Cármenes de nuestro foro. Que paseis un felíz dia)
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